
Al adentrarse en el centro histórico de Bragança, se puede observar una imponente y bella casa restaurada por el arquitecto Souto de Moura, ganador del reconocido Premio Pritzker, que lleva el nombre de Centro de Arte Contemporânea Graça Morais. Organizado en dos pisos con varias salas y pasillos, ambas exposiciones están relacionadas con la naturaleza.
Muchas de las obras que allí se encuentran pertenecen a Graça Morais (1948), artista que a modo de homenaje es parte del nombre del museo y en este momento presenta una exposición retrospectiva que incluye dibujos a mano alzada o bocetos a lápiz que dejan ver la antesala de la obra terminada.

Titulada “Naturaleza y Gracia”, en consonancia con su nombre portugués, esta muestra que estará disponible hasta el 14 de diciembre próximo, es un recordatorio de la conexión que la artista tiene con su tierra y cómo ese mundo natural sirvió de influencia para su vida personal y profesional. En el caso de Rui Moreira (1971), se trata de un artista contemporáneo que incorpora texturas y detalles de sus viajes en muchas de sus obras de distintos formatos que van desde lo abstracto hasta lo figurativo, utilizando una paleta reducida principalmente a colores azules y rojos.
A simple vista resultan inentendibles, representados con formas fálicas y de carácter satírico, parodiando el mundo carnavalesco. Su juego acá se basa en la identificación a partir de la forma, la textura y el propio movimiento, revelando estas enigmáticas figuras, con miles de flecos pendiendo de sus trajes como un oleaje intempestivo de magia y diversión que nos hace danzar.