CARLOS BELLISOMI

CARLOS BELLISOMI (1933-2022)

Un día como hoy, nacía el Maestro Carlos Bellisomi, una persona maravillosa, un músico profesional de excelencia, gran pianista y organista, sin dudas uno de los más grandes profesores que tuve en el conser. Profesor de piano, órgano, composición, elementos técnicos, acústica y música de cámara, era una eminencia y nos dejó un gran legado.

Proveniente de una larga familia de músicos, su madre tocaba en las orquestas de tango musicalizando el cine mudo de aquella Buenos Aires. Sus hijos y nietos siguen vinculados a la música académica, desde la enseñanza o la interpretación. De tantos años de clases guardo centeneres de frases que con ironía y humor hoy son parte de un tesoro que siempre le agradecí. En esas ideas, dejaba muchas enseñanzas no solamente del ámbito musical sino de la vida en general: “los coros son como las paredes, antes de adornar hay que ver si están bien los acordes”, “el conservatorio es un envase… el conservatorio somos nosotros”, en sus últimos años solía decir entre risas “a mí me gusta la historia, y yo me avivé que acá yo soy la historia…”.

A propósito del centenario de Ginastera le hice una entrevista en la que relataba “yo lo conocí a Ginastera desde dos aspectos. Primero durante mi formación, en su clase escuchábamos música, trabajábamos con la instrumentación, había teoría y práctica. Tuve la suerte de estudiar en una época donde los Maestros de la música estaban vivos y nos enseñaban. Ginastera tenía el aspecto de un gran intelectual. Sobrio, muy circunspecto, cuidado en el decir. (…) El otro aspecto de Ginastera era ese músico talentoso que ya había recibido la beca Guggenheim para estudiar en EE.UU. y a su regreso, en 1949, fundar el Conservatorio Provincial de Música y Arte Escénico de La Plata”.

Sobre la enseñanza y la educación en Argentina reflexionaba “las instituciones en aquella época tenían mucha importancia. Mis profesores de composición eran compositores y músicos. Tocaban. Eran personas con otro criterio, otra formación. Estudiábamos armonía y contrapunto por separado. No lo que es ahora: tres en uno y no queda ninguno. Ahora los alumnos piensan que dan el presente y listo, ya está, ya la cursé. No es así. Una vez me preguntaron de mala manera ¿Ginastera, Gilardi, quiénes son? Le dije son dos estaciones de subte” y ríe al recordar el producto de la ignorancia y la soberbia. Como una ironía propia de su estilo, falleció hace dos meses a los 88 años de edad en coincidencia con las 88 teclas de los pianos que tanto amaba.

Leé la entrevista completa haciendo click en la siguiente imagen:

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