Orden, silencio y tranquilidad es lo que nos transmite el inicio de esta aventura. A lo largo de 3 salas, podemos recorrer parte de la nueva exposición de la artista coreana Kim Yun Shin (1935), llamada «CHAL-LA», AHORA EN ESTE INSTANTE, que nos conecta con la energía y con el arte luego de tanto encierro.
Entre ese orden y esa calma, los materiales nobles y fuertes, nos transporta a su colorido, mágico e inmenso bosque entre troncos, ramas y cielos repletos de estrellas. Formada en la Universidad Hongik de Seúl y la École Nationale Supérieure Beaux-Arts de París, desde la década del ochenta reside en el barrio porteño de Flores y hoy tiene su propio museo.
La cuarentena, tanto para Kim como para muchos de nosotros, además de una situación extrema fue un disparador para reflexionar, pensar y crear a partir de todo lo vivido. Especialmente su infancia. Las palabras de Kim no solo funcionan como un mensaje alentador para todos, sino que son un ejemplo para las nuevas generaciones de niños o adolescentes que en muchas ocasiones sienten el aburrimiento si no están frente a una pantalla. Entre sus pinturas, rescato especialmente la obra de un gigantesco cielo estrellado en distintas tonalidades de azules con destellos amarillos que parecen luciérnagas suspendidas en el medio de la noche alumbrando nuestro camino.
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